EL PARAJE

El lugar en el que la Rambla de Arquela se convierte en el Río Tuéjar es un punto de elevado interés ambiental. Riberas y montañas confluyen creando un espacio único que alberga abundantes especies animales y vegetales. Encontramos 613,25 hectáreas en las que la abundancia de agua, los contrastes climáticos entre zonas de solana y umbría, así como las diferencias en los suelos favorecen que nos encontremos con un variado mosaico de paisajes matizado por las actividades humanas tradicionales. Esta importancia ecológica se ve reforzada por la presencia de la Microrreserva de Flora «Riveras del Tuéjar» dedicada a proteger el bosque de ribera de la zona, que se caracteriza por la presencia de tamarindos, adelfas y diferentes géneros de sauce y chopo entremezclados con otras especies como la sabina o las secuoyas, de las que aquí podemos encontrar uno de los pocos bosques en la península. Además de la flora podemos disfrutar de una abundante fauna de invertebrados terrestres y acuáticos acompañados de truchas, barbos, culebras bastardas, serpientes de escalera, ginetas, tejones, conejos, zorros, jabalíes, ciervos, cabras montesas y abundantes aves y rapaces.

El paraje cuenta además con una rica historia que va desde las pinturas prehistóricas de los Corrales de Silla haasta la actualidad, con interesantes monumentos de diferentes periodos: la Presa Romana y el acueducto de Peña Cortada, el Azud medieval, el Molino Marco, el Puente de Tudela. junto a ellos encontramos un rico patrimonio etnológico de acequias, muros de piedra, corrales y huertos tradicionales. la construcción más destacada es el nevero.

Dentro del paraje podemos encontrar dos áreas recreativas: El Azud y la Fuente del Saz, que contribuirán a hacer más agradable nuestra visita, facilitar nuestro descanso y ocio. El paraje municipal se puede recorrer de norte a sur siguiendo el PR-V93 y su variante el PR-V93.1.